El desastre que esperamos

Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Como todos sabemos, el planeta Tierra es un ente vivo, se desarrolla y se mueve de acuerdo a sus tiempos, se calienta y se refresca con sus propios medios sin importarle lo que opinen los humanos.

Las crecientes de los ríos han existido desde que la Tierra existe, es un mecanismo natural de limpieza. Las tormentas existen desde que la Tierra es Tierra y representa una forma de bajar temperaturas del mar, de limpiar a fondo los bosques por donde pasan, de bañar a los bosques; en fin, mecanismos naturales de mucha fuerza propios de un ser vivo.

Pero los humanos hemos llamado a  esos movimientos naturales como “desastres”, “fuerza destructiva”, decimos.

En el antiguo Egipto, las personas esperaban la creciente del río Nilo, sabían que sus aguas bañaban sus tierras y las fertilizaban, listas para la siembra, sin químicos ni pesticidas.

El río Coatzacoalcos hace lo mismo, lo ha hecho siempre, pero los modernos ciudadanos prefieren hacerse las víctimas del “desastre natural” para recibir las dádivas de un gobierno que aprovecha el fenómeno como un momento publicitario y de negocios.

Es decir; todos sabemos que cada año, por estas fechas de octubre, el río crecerá y se desbordará en casi todo su recorrido, y cada año es un “desastre natural” esperado.

Cuando deberíamos aprovecharlo para obtener beneficios de él, distintos a los  que nos  ofrece durante el resto del año.

También sabemos que cada año habrá tormentas fuertes, ciclones o huracanes, como quiera llamarlos, y cada año es un “desastre natural” para los humanos.

La navidad también es cada año y todos nos preparamos para recibirla, cada año celebramos las fiestas patrias, esperamos la temporada soleada de semana santa para tomar vacaciones; o  sea que tenemos un calendarios para las cosas bonitas, pero no nos preparamos para enfrentar los movimientos naturales de la Tierra.

Sabemos que cada año habrá tormentas fuertes, ciclones o huracanes, como quiera llamarlos, y cada año es un “desastre natural” para los humanos.

Ya sabemos lo que pasará cada año. Sabemos cuál es la temporada, sabemos que el planeta se está calentando y lo que eso provoca; entonces ¿Cuál desastre?

La actividad humana

Es más, las misma actividad humana ha alterado la frecuencia e intensidad de esos eventos, tanto que desde la década de los 70’s se advirtió que nuestro planeta se estaba calentando, que había un agujero en la capa de ozono que nos protege de los rayos ultravioleta del sol, que el calentamiento de la Tierra provocaría el deshielo de los polos, que vendrían tormentas cada vez más fuertes.

Y no hicimos caso. O tal vez, quienes aprovechan las crisis para hacer grandes negocios vieron la gran oportunidad. Pues mientras más grande sea el huracán, mas “desastre natural” será, habría más damnificados.

Ahí estaría la oportunidad de vender lo que personas solidarias compran para llevar a quienes caen en tragedia y otros pueden aprovechar esa crisis para evitar que la ayuda humanitaria de esas personas solidarias no llegue a su destino y pueda ser aprovechada en campañas políticas.

Entonces, parece absurdo que a estas alturas en la Historia de la Humanidad, veamos a la naturaleza como un gran enemigo que provoca “desastres naturales”, como si no entendiéramos sus ciclos.

Aunque, es necesario destacar que desde la década de los 90’s, en la llamada Gestión de Riesgos o lo que se conoce como Protección Civil, ya no se le llama “Desastre Natural”, solamente “Desastre” y los daños son exclusivos para la humanidad y no para la naturaleza.

Ya sabemos lo que pasará cada año. Sabemos cuál es la temporada, sabemos que el planeta se está calentando y lo que eso provoca; entonces ¿Cuál desastre?